Recientemente hemos alcanzado el final del ejercicio fiscal de la mayoría de las empresas españolas. Durante estas fechas, los asesores fiscales recibimos un significativo número de consultas muy similares sobre cuándo y cómo cambiar de asesoría. Las preguntas son más o menos las siguientes.

¿Es muy difícil cambiar de asesoría?

¿Cuándo es el mejor momento para cambiar de asesoría?

Si mi asesoría tiene todos mis documentos, ¿cómo puedo realizar el cambio sin perder papeles?

Si mi asesoría actual se molesta, ¿puede perjudicarme?

¿Quién se encargará del traspaso de toda la documentación?

Si no estoy contento con la nueva asesoría, ¿podré volver a cambiar?

En este artículo, trataremos de dar respuesta a todas estas preguntas y explicaremos los motivos por los que una empresa o un autónomo puede estar interesado en cambiar de asesoría.

En primer lugar, es importante que perdamos el miedo endémico que existe al cambio de asesoría. Un asesor fiscal es solamente un acreedor más, una empresa o profesional que nos presta servicios. La percepción de que nuestra asesoría puede perjudicarnos si decidimos cambiar no tiene fundamentos. Créanme, es mucho más difícil cambiar de compañía telefónica que cambiar de asesoría.

Hay que tener en cuenta que el sector de la asesoría fiscal está viviendo una verdadera revolución tecnológica, en muchos casos desconocida por sus clientes. El trabajo tradicional de las asesorías ha dado un cambio de 180º con la irrupción de la digitalización y las relaciones electrónicas con Hacienda y con las distintas administraciones públicas.

Toda esta transformación digital, hace que sólo las asesorías que están siendo capaces de adaptarse al cambio, sean también capaces de ofrecer nuevos servicios y precios más competitivos. De la misma forma, la digitalización de documentos hace que cualquier cambio de asesoría pueda realizarse, hoy en día, sin ningún tipo de problemas.

Nosotros, en Ilia Consultoria, gestionamos el cambio de asesoría de más de 150 clientes cada año y lo hacemos de forma rápida y sin ningún tipo de coste ni problemas para el cliente.

Pero, ¿qué es lo que puedo esperar de mi asesoría fiscal?

Para empezar, es evidente que una asesoría fiscal prestará servicios de contabilidad, presentación de impuestos, confección de nóminas y finiquitos… Esta es la base de la oferta de cualquier asesoría fiscal o gestoría. Pero las dudas siguen existiendo:

¿Se preocupa realmente mi asesoría por mi negocio?

¿Me informa, de forma proactiva, sin que yo se lo pida, de cómo va mi empresa?

¿Me hacen propuestas para mejorar la carga fiscal de mi empresa?

¿Tengo un contacto (asesor personal o similar) que conozca en detalle el funcionamiento y los resultados de mi empresa? Es decir, ¿mi asesoría me asesora o solamente gestiona?

Si su asesoría fiscal no le está ofreciendo todos estos servicios, esperemos que sea muy económica, ya que si no, está usted pagando por servicios que no recibe.

Como decíamos, en Ilia Consultoria estamos muy acostumbrados a gestionar cambios de asesoría, y, por lo que nos cuentan nuestros clientes, estos son los 5 principales motivos para cambiar de asesoría fiscal:

PRECIO

Un clásico entre los clásicos. Aquí hay que tener en cuenta varios motivos. En primer lugar, que las “nuevas” asesorías utilizan metodologías innovadoras que permiten, mediante software especializado, hacer el mismo trabajo con menos de la mitad de tiempo.

Es decir, si su asesoría está haciendo los mismos trabajos que hace 5 años y le está cobrando lo mismo que entonces, o bien no se ha modernizado, o bien le está cobrando de más. Si la transformación digital nos permite hacer los mismos servicios a mitad de coste, ¿no deberíamos repercutir este ahorro en el cliente?

NADIE SE PREOCUPA POR MÍ

El segundo motivo más frecuente de cambio de asesoría. Asesorías que no asesoran. Si su asesoría se limita a pasar la contabilidad y presentar los impuestos, no le está asesorando. En este caso tiene dos opciones, o paga usted sólo por la contabilidad, o busque una Asesoría Contable que se dedique a asesorar, además de contabilizar.

En nuestra opinión, un asesor debe ser proactivo, debe preocuparse de rebajar la carga fiscal de su cliente y debe buscar propuestas que ayuden a mejorar el día a día de sus clientes.

TECNOLOGÍA

Como hemos explicado, hoy en día la tecnología nos ha cambiado la vida a todos, y las asesorías no son una excepción. ¿Su asesoría todavía utiliza métodos tradicionales para realizar la contabilidad? ¿Todavía trabajan en papel?

Piense que hoy en día existen herramientas que permiten ahorrar muchísimo tiempo, dinero y reducir los errores a la mínima expresión. La automatización contable ha revolucionado el mundo de las asesorías fiscales y ha llegado para quedarse.

ERRORES NO FORZADOS

Este es otro clásico de los cambios. Clientes que nos llegan porque su asesoría se ha equivocado en repetidas ocasiones y buscan más calidad. Aquí tenemos que hacer una reflexión como profesionales y volver a poner al cliente en el centro de nuestras decisiones.

Nosotros, sin ningún género de dudas, lo intentamos cada día. Creemos que nuestro trabajo no tiene ningún sentido si no somos capaces de aportar valor con lo que hacemos. Cumplir con los objetivos del cliente debe ser algo irrenunciable para una asesoría.

FEELING O SERVICIOS

A veces no hay ningún problema en concreto con la asesoría actual, simplemente se busca a un profesional o grupo de profesionales con quien podamos tener más feeling. También es frecuente que los clientes vengan buscando otros servicios, como direcciones financieras, asesoría empresarial y/o fiscal proactiva, servicios de outsourcing contable o administrativo…

Para finalizar, otro mito que queremos romper. No es verdad que se deba esperar a finalizar el año para cambiar de asesoría. El cambio se puede realizar en cualquier momento sin más problemas.

Nos encargamos de contactar con su antigua asesoría para que usted no tenga que preocuparse de nada y sin ningún tipo de coste por su parte. Contacte con nosotros.